¡Fuerza, campeona!

En ocasiones, cuando estamos transitando por nuestro camino vemos claramente el horizonte y el destino lo tenemos justo al frente, pueden suceder cosas inesperadas. Obstáculos, accidentes, tropiezos o variables que simplemente no las vimos por estar tan enfocados en nuestros objetivos. Eso le acaba de pasar a nuestra reina de salto triple, Yulimar Rojas.

Este viernes 12 de abril de 2024, a 105 días de que comiencen los Juegos Olímpicos, la misma Yulimar comunicó por la red social Instagram que sufrió una lesión en un entrenamiento y no podrá defender su medalla de oro en la máxima cita deportiva mundial.

“A mi Venezuela, a la familia del Movimiento Olímpico y deportivo, especialmente a mis seguidores; quiero informarles que no podré participar en los Juegos Olímpicos de París 2024.

Con mucho dolor y tristeza les quiero contar que mientras entrenaba al caer en el descenso de un salto tuve un dolor intenso que se diagnosticó a una lesión en el tendón de aquiles izquierdo. Mi corazón está roto y siento tanta tristeza que quiero disculparme por no poder representarlos en París 2024”, señala el comunicado.

La vida no está exenta de estos golpes. Más que una lesión física, hoy el alma de nuestra campeona está fragmentada en mil pedazos. Su espíritu competitivo ha recibido, quizás, el golpe más fuerte de su carrera.

“Hoy ya me encuentro en recuperación tras mi operación que fue realizada este jueves 11 de abril en la clínica CEMTRO en Madrid”, agregó.

En estos momentos más difíciles no hay palabras que puedan consolar a Yulimar. Sin embargo, aunque suene como lugar común, las caídas existen para que volvamos a resurgir con más fuerza. Ahora, pasarán días de mucha introspección porque no se debe curar el alma, también se debe curar el espíritu de nuestra campeona.

“Han sido horas muy complejas, en las que me he cuestionado y he analizado el por qué ha sucedido esto, sin embargo, entiendo que, en los designios de Dios, nosotros solo somos instrumentos de su voluntad. Hoy me siento muy afectada emocionalmente por no poder representarlos, el deseo de defender mi título olímpico me entusiasmaba enormemente pero hoy me toca parar, entender esto, recuperarme y volver con mucha fuerza para continuar volando juntos”, añade.

Solo queda decir que este es un momento para descansar. Ya vendrá el tiempo para que sigas dando saltos de gloria. Fuerza, campeona.

 

Fuente: Francisco Ríos.